EL BOSSU BELGA
Historia de la raza, su desaparición y
su renacimiento
Sobre
1975 (no sé exactamente la fecha) apareció el libro “Les Canaris de Posture”
editado por la AOB
(Asociación Ornitológica Belga). En este libro prestigiosos criadores y jueces
belgas presentan y comentan todas y cada una de las razas de postura de ese
momento. El primer capítulo está dedicado al Bossu o Jorobado Belga y lo
escribe M. Adrian Dawans (1900-1982), el hombre que reconstruyó esta raza. En
él cuenta todos los avatares que ocurrieron en el proceso de recreación de la raza, proceso
que me parece una historia apasionante, ejemplo de constancia, de saber hacer y de pasión por los canarios. Creo que a todos
los aficionados les gustará conocer esta historia. A continuación escribo la
traducción que he realizado del citado texto.
Este
canario de forma tan original es eminentemente belga y nadie duda de su
nacionalidad. Tiene como cuna la parte marítima flamenca de Bélgica y se criaba
principalmente en Brujas, Gante, Amberes y Bruselas. En Gante, Amberes y
Brujas, estos pájaros eran de gran talla y se les llamaba “Grote Gentse Vogel”. En
Bruselas se prefería a los canarios jorobados de pequeña talla, a los que se
llamaba pequeño belga curvado con la cabeza colgante, y también llorón o
“Doodbidder”
¿Cómo
se obtuvo el Jorobado Belga? El origen se remonta probablemente muy lejos,
hacia 1600, algunos años después de la importación de los primeros canarios
salvajes al Reino de las Provincias Unidas o Países Bajos que comprendían la
actual Holanda y las provincias belgas de Flandes, Amberes y una parte de
Brabante. El origen es el mismo origen que el Malinois, es
decir, proviene de la raza llamada Viejo Holandés, pues es curioso constatar
que en una descripción del Malinois de esta época se decía: “posición un poco
curvada pero sin joroba”. La selección de los descendientes del Viejo Holandés se
dirigió por una parte hacia la curvatura y dio origen al jorobado belga, y por otra
al canto rosiñolado y dio origen al Malinois. La posición no se habría obtenido
en sólo unos años. Fueron necesarias al menos dos o tres generaciones de hombres para llegar al resultado
deseado, y esta postura especial
encontró numerosos admiradores, y numerosas familias se dedicaron a criar esta
raza y así se implantó en Flandes.
En
1750, un autor holandés llamado Wickede escribía que en los Países Bajos,
principalmente en Brabante, se criaban mucho los pájaros por la belleza de sus
formas. En los monasterios, los religiosos, que eran de las personas más
eruditas de la sociedad, se dedicaban con éxito a la cría de diversos animales,
y concretamente de los canarios. Procuraban especialmente producir pájaros
extraordinarios para venderlos a los
nobles y a los ricos burgueses, por tanto se puede admitir que los primeros
jorobados belgas fueron criados en los claustros. La cría queda estancada
durante algunos años a consecuencia de las guerras que hubo en los Países
Bajos. Es muy probable que fuera en esta época cuando criadores flamencos emigraron a Inglaterra con sus mejores
pájaros, los cuales, después de una ligera trasformación de la cola, las patas
y la espalda tomaran el nombre de Scotch Fancy.
Hacia
1840 hay un resurgimiento de la afición a estos pájaros de postura que llegan a
gozar de un intenso favor del público, celebrándose muchas exposiciones de
estos canarios en Gante, Amberes y Brujas. Un grupo o club de criadores de
jorobados tenía como máximo 15 miembros y si otro aficionado quería pertenecer
a ese grupo se le invitaba a crear otro club contrincante. Los concursos se organizaban club contra club
y no individuo contra individuo. Los ingleses, muy aficionados, llegaban en
masa para hacer sus adquisiciones con vistas a mejorar su Yorkshire. Este
pájaro que ha desaparecido en nuestros días era ciertamente el más “gentleman”
de todos los canarios de postura conocidos antiguamente. De una talla esbelta,
de un notable plumaje liso y bien coloreado, con unas líneas en las que la
gracia es incuestionable, este elegantísimo pájaro estaba dotado de un encanto irresistible que
le hizo en su tiempo ser la variedad más estimada de Inglaterra y del mundo
entero. Los criadores ingleses de esta
época tenían por costumbre decir: “no hay buen Yorkshire sin Bossu Belga” En la
descripción de este York se encuentran muchos
puntos comunes con el Jorobado Belga, tales como: cabeza pequeña, cuerpo
largo en línea recta con la cola, patas largas y poco flexionadas, cola larga,
derecha, bien serrada, posición vertical, cabeza, cuello, espalda y cola en
línea recta. En realidad este pájaro era un Bossu enderezado, por lo demás un grave defecto de
esta raza eran las espaldas altas. Este gentleman, sin quererlo fue la causa
principal de la desaparición del Bossu Belga.
Los
criadores ingleses se disputaban los mejores ejemplares a golpe de libra
esterlina. Uno se puede dar cuenta de la importancia de los negocios que tenían
lugar en las exposiciones teniendo presente que en exposiciones de 80 ó 100 pájaros expuestos, había 30 ó 40 aficionados
ingleses que se disputaban los mejores canarios. Las consecuencias de este
entusiasmo irreflexivo se hicieron sentir enseguida y fueron desastrosas para
la cría del Bossu. Se vendieron todos los mejores ejemplares y a fin de aumentar
la producción algunos criadores hicieron cruzamientos con canarios comunes. El
bossu fue declinando poco a poco.
Hace
65 años que tengo pasión por los pájaros, yo cogí ese virus a la edad de 6 años
y no me ha abandonado jamás. A la edad de 6 años recibí por San Nicolás un
bello canario amarillo, buen cantor, en una bella jaula de cobre que he tenido
siempre. Este pájaro fue el más bello regalo y el más hermoso pájaro de toda mi
vida. Al año siguiente yo compré con mis pequeñas economías, una hermosa hembra
verde por 2 francos y mis padres me compraron una voladera de interior y un
pequeño libro sobre la cría de los pájaros. Después de algunos meses me lo
sabía casi de memoria, y muy a menudo, ya en mi cama, miraba los grabados,
especialmente el del Bossu Belga (especie muy rara y casi enteramente
desaparecida) y después esto se
convirtió para mi en algo como una enfermedad, yo quise tener ese pájaro.
Lo deseé tanto que no pudiendo
comprarle, porque había desaparecido, me vi en la obligación de volver a
hacerlo.

En
1918, después de la primera guerra mundial, todos mis pájaros habían
desaparecido. En 1924 yo era juez de canaricultura de la unión ornitológica de
la provincia de Lieja. Vivía en Bruselas, donde encontré al Señor Dupire, en
esta época presidente de la Sociedad
Ornitológica de esta ciudad. Mi hice socio y fui juez de este
club. Era la época del color, pero el Bossu Belga lo tenía fijo en mi mente. Un
día el señor Dupire me propuso intentar reconstruir esta raza y de
ayudarme. Bajo su presidencia formamos
un pequeño comité de criadores compuesto
por la Sra. Joakim,
el Sr Lambeau y yo. Sabíamos que este trabajo sería largo y penoso, pero todos
estábamos desbordantes de entusiasmo.
Para
encontrar la forma empleada por nuestros antepasados para crear el Bossu,
consultamos muchos artículos antiguos y debo decir que los resultados de la
búsqueda fueron bastante pobres. Para unos, esta cuestión es un secreto de cría
y debió ser estudiado a fondo por los
creadores de la raza. El origen se remonta probablemente muy atrás y se cree
que la “fabricación” comenzó hacia 1600 y que han sido necesarias al menos dos
o tres generaciones de hombres para llegar al resultado deseado. Para otros el
Bossu, el Scotch y los rizados salieron de una raza única que era llamada
malinois o canario común de Bélgica.
Otros
criadores opinaban que la anomalía de posición del Bossu sólo se puede explicar
por la aparición de una mutación poco después de la importación de los primeros
canarios salvajes en Bélgica.
En
todos los artículos aparecidos después de 1840 nada de nada, salvo una
explicación errónea y simplista que aparecía sin cesar y que decía que estos
canarios adquirían su posición jorobada porque se les metía en jaulas con el
techo muy bajo, lo que les obligaba a tener jorobas. Sin embargo ellos no
comprendían como los jóvenes también tenían jorobas.
Antes
de 1914 aún existían en Bélgica algunos planteles muy degenerados de bossu
belga, en 1920 sólo se conocía el del Señor Meewes Robbens de Amberes que había
conseguido reunir a los supervivientes de la guerra 1914-1918. He aquí lo
escribía el Sr. Mercier en la crónica de una exposición que visitó en el mes de
octubre de 1920: “Hemos visitado a un gran criador de canarios jorobados, el
Sr. Meewes Robbens de Amberes, que nos ha enseñado admirables ejemplares de
esta raza. Estos pájaros son robustos, las hembras incuban bien y dan de comer
a sus pequeños” Y no nos da ninguna descripción más de estos pájaros.
Después
de esto nada, ninguna noticia del bossu. Todos los conocimientos que poseíamos
en 1924 eran muy pobres. Habíamos buscado en Inglaterra, Francia, Alemania,
Holanda, Italia y Bélgica y esperábamos poder encontrar aún algunos
supervivientes de la raza. A pesar de todas nuestras búsquedas e indagaciones
no encontramos nada. La mayoría de los
criadores de Inglaterra y del continente habían muerto durante la guerra de 1914 a 1918. Los criadores
supervivientes de estos países reconstruían sus propias razas. El bossu belga y
el Scotch fancy habían desaparecido. También buscamos en Amberes, en casa del
Sr. Meewens Robbens, muy anciano; ya no
tenía ninguno de sus pájaros. El nos dejaba una escasa documentación que
no llegamos a entender. Renunciamos a buscar aún antiguos bossus belgas y
comenzamos a trabajar en otra dirección, reconstruir la raza. Estábamos
decididos a no hacer como los antiguos Belgas y tardar tres generaciones de
hombres para ello.
Teniendo
en cuenta lo que habíamos leído, para comenzar nuestro trabajo tomamos en
consideración estos tres puntos:
1)
En
1840 los ingleses compraban toda la producción belga de bossus para mejorar sus
razas, principalmente los Yorks. Estos Yorks tenían el aspecto de un bossu
enderezado.
2)
La
fabricación de esta raza comenzó hacia 1600. No se habla nunca de mutación o tortura,
más bien de fabricación.
3)
El
bossu belga, el scotch fancy, los rizados y el malinois proceden de un único
antecesor.
Teniendo en cuenta los
puntos anteriores, decidimos estudiar:
a)
las
antiguas razas inglesas de 1840, y especialmente el Yorkshire.
b)
;
los antiguos rizados de esta época y especialmente el rizado del sur, que tenía
una pequeña cabeza serpentiforme, un cuello muy largo y las espaldas muy altas.
c)
el
malinois de los años 1650 a
1700 que tenía el
mismo origen que el bossu.
En
1926 habíamos decidido los pájaros que íbamos a comprar. Con ocasión de un
viaje a Inglaterra, el Sr. Dupire adquirió algunas parejas de Yorkshire con
unas características determinadas: cabeza lo más alargada posible, exentos de
cejas y espaldas lo más altas posibles, lo que debió hacer pensar a los
vendedores ingleses que nosotros éramos unos completos ignorantes. En 1927 habíamos obtenido 7 u 8 jóvenes de 3
parejas. Los sujetos importados se pusieron asmáticos y no pudieron seguir
reproduciéndose. Al año siguiente nosotros
teníamos ya algunos jóvenes con una perfecta salud y adaptados a nuestro
clima.
Después de mucho buscar,
en 1928 recibimos una pareja de rizados del sur que provenían del sur de
Francia. Llegaron a comienzos de
febrero, a las 10 de la noche, en un estado lamentable. Eran unos pájaros de 14 a 15cm de talla, rizados,
muy pobres de plumaje, muy finos y alargados, con el cuello muy largo y las
espaldas muy altas; las patas eran tan rígidas que en algunas ocasiones
llegaban a plegarlas en el otro sentido. A finales de febrero me di cuenta que
esta pareja eran dos hembras. Teníamos
afortunadamente dos machos Yorkshire entre nuestros jóvenes y todos nos
alegramos de poder comenzar con nuestros ensayos.
Examinando detenidamente estos Yorks y estos Rizados
enseguida nos hemos dado cuenta que poseen en conjunto todas las
características para poder fabricar un bossu perfecto.
En
1928 habíamos establecido dos líneas Yorkshire X Rizado del Sur y continuábamos
buscando el famoso malinois de los años 1650 a 1700. Teníamos un antiguo grabado en el
que se le representaba, así como el estándar. Entre los cientos de pájaros que
vimos en las exposiciones y en las casas de los comerciantes belgas conseguimos
reunir algunos ejemplares que se aproximaban mucho al grabado que teníamos. Para la cría de 1929
teníamos lo que considerábamos necesario para nuestro propósito. Los resultados
de los años siguientes han demostrado que teníamos razón.
En
1929, nuestra cría se componía de:
-
3
líneas de Yorkshire X Yorkshire, seleccionados por las espaldas altas y la
posición erguida.
-
3
líneas de rizado del sur X rizado del sur, seleccionadas para afinar la cabeza,
alargar el cuello, mejorar la posición y aumentar la talla.
-
3
líneas malinois X malinois para mejorar los pájaros según el grabado y el
estándar de los antiguos malinois.
-
2
líneas Yorkshire X rizado del sur.
-
2
líneas Yorkshire X malinois.
-
2 líneas
malinois X rizado del sur.
En
1929 la producción de jóvenes no había sido muy escasa. En 1930 habíamos
trabajado con 30 parejas y el 80% de los jóvenes murieron antes de la primera
muda. En 1932 no nos quedaba nada válido para reproducirse.
Nosotros
habíamos avanzado mucho en los resultados que nos proponíamos pero la salud de
nuestros canarios era muy mala.
La
consanguinidad llevada al extremo (hermano X hermana) nos hacía avanzar mucho
en las características visibles que queríamos obtener, pero también
desarrollaba al máximo todas las enfermedades hereditarias de nuestros
ejemplares, que ya no tenían una magnífica salud cuando los compramos. Además
de una fecundidad anormalmente débil, teníamos una gran mortalidad de los
jóvenes en el huevo, y la mayoría de los jóvenes no sobrevivan a la primera
muda. Los supervivientes constituían un autentico “grupo maravilloso”:
bronquíticos, asmáticos, enfermos del corazón y del hígado, deformaciones en
las patas, en los dedos y en las uñas, epilépticos, etc.
Esta
primera experiencia había terminado. Había sido decepcionante en resultados
pero muy rica en conocimientos. Ahora estábamos seguros del camino a seguir.
Las conclusiones fueron:
a) De los sujetos provenientes del
cruzamiento de Yorkshire X rizado del sur o malinois X rizado del sur solamente
teníamos la posición del rizado del sur en algunos ejemplares, y eran aquellos
que tenían las espaldas más altas que el York o el malinois.
b) Que la cabeza del
rizado así como los rizos se trasmitían con facilidad; el cuello no era tan
largo como el rizado.
c) En algunos cruzamientos de York X rizado los
hijos habían heredado las patas del rizado, y algunos de ellos adoptaban una
posición casi vertical.
Esta
primera experiencia nos había dado muy pocos jóvenes viables y nos era muy
difícil establecer una regla válida sobre la calidad de una centena de ejemplares
llegados a la edad adulta.
En
1933 yo vivía en Lieja. Decidí volver a comenzar solo la búsqueda a partir de
las mismas bases. Esta vez conseguí
comprar rápidamente 6 parejas de rizado del sur, 6 parejas de Yorkshire tipo
antiguo y 6 parejas de malinois. Añadí 6
parejas de Roller como apoyo en la cría. Las posibilidades de elección
eran más grandes en esta época y me fue posible comprar ejemplares
perfectamente sanos, en detrimento de algunas de las características de estas
razas. Pero la experiencia me había enseñado que era mucho más fácil modificar
la forma de una raza que devolverla la salud. Establecí las líneas de igual
manera que en mi primera experiencia. Había decidido criar un gran número de
jóvenes y me había procurado un criadero en consonancia con lo que pretendía,
es decir, tener un gran stock de jóvenes para poder escoger en cada momento
aquello que fuese más necesario para los acoplamientos. Tenía treinta jaulas de
cría y diez voladeras que podían contener cada una un máximo de 25 a 30 pájaros.
En
1937 tenía de 200 a
250 ejemplares perfectamente sanos y muy buenos reproductores. La talla no era
muy grande, 15 a
16 cm, y
en general tenían rizos. Ninguno tenía la joroba del rizado del sur, lo que me
dejaba perplejo.
Fue
entonces cuando el azar me recompensó de mis esfuerzos. Cada domingo yo me daba un pequeño paseo por
el mercado de los pájaros y normalmente charlaba con los comerciantes. En 1933
ellos me habían procurado todo lo que yo había necesitado y estaban al tanto
del objetivo que pretendía conseguir. Un domingo vi en el puesto de un mercader
que conocía muy bien, una decena de
canarios, en un jaulón, que se parecían extraordinariamente a los que yo tenía.
No dudé ni un momento de que yo me encontraba frente a unos bossus belgas con
mala postura o frente al resultado de un criador que no conocía y que perseguía
el mismo objetivo que yo. Ante la estupefacción del comerciante le compré todos los canarios, y le pregunté
el nombre y la dirección del criador de donde procedían. El me respondió que no le conocía, que era un
hombre mayor que venía de vez en cuando los
domingos por las mañanas cuando hacía
bueno. Venía desde hacía años, y por darle gusto le compraba sus pájaros. Todos
los pájaros que había traído eran similares a los que yo había comprado.
Después
de 3 ó 4 meses de espera supe que era el ¨Sr. Lapaille, padre de un
fotógrafo que vivía delante de la iglesia
de de San Pholien. Es así como conocí al Sr. Lapaille. El me enseñó su
criadero. Me quedé maravillado. En un amplio granero, que ocupaba toda la
superficie de la casa, tenía numerosas voladeras bien espaciosas, llenas de
pájaros que al arrimarnos nosotros se ponían en postura. Talla de 14 a 15cm; muchos ejemplares
tenían un cuello largo, la cabeza fina echada hacia delante, la posición recta
y muchos rizos. Usted no ha visto esto nunca
esto, me dijo. Era verdad. Yo lo había soñado pero nunca lo había visto. Tenía
una centena. Yo aprendí y observé muchas cosas en el curso de mis numerosas
visitas. Estos canarios provenían de los que su padre había comprado en Amberes.
Los
pájaros estaban muy degenerados, casi no se reproducían y alimentaban muy mal a
sus crías. Pensaba con razón que la raza desaparecería con él, pues ya no
criaría al año siguiente. Sin ninguna duda yo me encontraba en presencia de los
últimos supervivientes del plantel del Sr. Meewens Robbens que yo había buscado
anteriormente en vano. Yo tenía la costumbre de ir con frecuencia a casa del
Sr. Lapaille y con el tiempo le convencí de cruzar sus mejores ejemplares con
Yorkshire y malinois y también con una decena de mis mejores ejemplares que
tenían ya algunas características de la raza. No teníamos tiempo que perder
para salvar a los últimos representantes de esta raza.
En
1938 yo criaba más de 30 parejas y el Sr. Lapaille 20, con Yorkshire tipo
antiguo, malinois, ejemplares de mi criadero y bossu belga pura sangre.
Estábamos convencidos que la joroba era hereditaria y que encontraríamos en los
jóvenes algunos pájaros con todas las características del bossu. Estábamos
equivocados. De 50 ó 60 ejemplares criados por el Sr. Lapaille no encontramos
nada que se pareciese ni a un malinois, ni a un Yorkshire ni tampoco a un
bossu. Pero casi todos estos pájaros tenían características típicas del bossu,
excepto la postura y la joroba. Los mejores provenían del cruce de los mejores
pájaros de mi criadero con bossu belga.
En
este momento dudábamos que la joroba fuese hereditaria, y también dudábamos que
hubiese una joroba. Sin saberlo nos estábamos aproximando a la verdad. Fue
entonces cuando tomamos la decisión de matar un viejo ejemplar perfecto de
posición y que tenía mucha bronquitis.
Yo mismo le llevé al museo de historia natural de Bruselas y le expliqué al Sr.
Dupont lo que quería saber y el objetivo que perseguía. Después de algunas
semanas nuestras dudas se trasformaron en certeza: “no había ninguna
deformación de la columna vertebral”, era totalmente normal. Habíamos
encontrado al fin la verdad celosamente guardada por los antiguos criadores del
bossu belga que nunca habían llamado jorobado (bossu) sino “canario belga”,
“postuur vogel” y “grote gentse vogel”. Tampoco había una deformación producida
por el criador de la columna vertebral, porque los jóvenes nacidos de una
pareja perfecta en postura eran igualmente
perfectos en postura y durante toda su vida sin que hubiese que meterles en una
jaula con el palo alto. Desde hacía mucho tiempo sabíamos que esta teoría de la
jaula con el palo alto era del todo ridícula.
Estábamos
perplejos. Este pájaro que veíamos jorobado no lo era y nos preguntábamos
porqué se tenía como tal. Después de un examen minucioso de 50 ó 60 ejemplares,
y de compararlos con el dibujo de un canario perfecto, juzgándolos según el
antiguo estándar de esta raza, que había sido establecido por los antiguos
criadores, llegamos a la conclusión que
cada uno de nuestros pájaros tenía 1 ó 2 características de esta raza, algunas
veces hasta 3, afortunadamente para nosotros siempre las mismas.
Hicimos
una lista de las características que debían ser hereditarias separadamente y
que reunidas en el mismo ejemplar la darían la posición y el aspecto adecuado.
Estas características eran las siguientes:
-
Posición
derecha sobre el palo.
-
Espaldas
altas.
-
Patas
que se parezcan mucho a las del Yorkshire.
-
Cuello
largo.
-
Cola
larga.
Era
absolutamente necesario, si queríamos obtener el resultado que buscábamos de
hacer las parejas de tal forma que entre el macho y la hembra tuviesen las 5
características, lo que nos daría la posibilidad de tener hijos que tuviesen las 5
características lo que haría, según opinábamos nosotros, que tomasen la
posición adecuada.
Después
de dos años de selección teníamos varios planteles en los que los sujetos de
base eran perfectos en postura. A partir de este momento debíamos comenzar la
selección con el objetivo de perfeccionar nuestra obra, eliminando poco a poco
los defectos menores para conseguir totalmente el estándar de la raza.
Procediendo
de esta manera en 1939 y 1940 habíamos obtenido unos resultados formidables;
cada uno teníamos unas 10 parejas de postura perfecta. Había algunos defectos
predominantes: talla muy pequeña de 14 a 15 cm, cabeza demasiado gruesa, cuello un poco corto y demasiados rizos.
Algunos ejemplares tenían unas buenas espaldas pero muchos las tenían hundidas.
También teníamos una reserva de unos 150 pájaros que tenían 2 ó 3
características.
Comenzó
la guerra. ¿Sería larga? ¿Sería corta? Esperamos algunos meses antes de tomar
una decisión. Los comerciantes nos decían que aunque la guerra durase algunos
años encontraríamos en el país cañamones, nabina, colza, lino y avena. El Sr.
Lapaille me dijo que su padre había pasado toda la guerra del 14 al 18 con una
decena de sujetos a los que alimentaba con patatas cocidas y granos salvajes que buscaba en el campo.
Por mi parte compré una gran cantidad de mezcla de granos y de alpiste y que
contaba con poder renovar en la medida de mis posibilidades. Las noticias eran
cada vez peores, decidimos conservar cada uno 10 parejas de nuestros mejores
ejemplares y matar el resto.
En
1942 el Sr Lapaille cae gravemente enfermo y muere. Recojo todos sus pájaros
que desgraciadamente no tenían buena salud; su alimentación a base de patatas
cocidas no era muy saludable. En fin,
después de muchas dificultades de todas clases, tenía al final de la guerra 10
parejas jóvenes, de muy buena calidad y con una salud perfecta. Llegó la
liberación y volvió a nacer la
esperanza. Creí que había salvado esta raza de canarios. Bruscamente la guerra
vuelve a comenzar para nosotros, la
batalla de las Ardenas, una avalancha de V1 cae sobre la ciudad de Lieja. En
este infierno todo se destruyó en unos días; mi familia y yo salvamos la vida,
era lo principal. De mi criadero no quedaba nada, sólo algunas plumas. Sin
embargo me quedaba alguna cosa, una gran
experiencia con esta raza y la voluntad tenaz de volver a empezar en cuanto me
fuera posible.
Por
tercera vez, en 1952, intenté de nuevo la reconstrucción de esta raza con la
experiencia de los dos primeros intentos. Me parecía que llegaría más
rápidamente a un resultado válido. Heme aquí en 1973 y aún trabajo en mejorar
la raza. Los dos primeros años los pasé buscando los ejemplares necesarios para
crear numerosas líneas. En esta época era posible elegir entre un gran número
de canarios, los que no había ocurrido en los años que siguieron al final de la
guerra, pues los criaderos de Europa e Inglaterra habían prácticamente
desaparecido. Yo hacia mi elección después de la experiencia que yo tenía de
las razas siguientes:
1)
Yorkshire
tipo antiguo.
2)
Malinois
tipo antiguo.
3)
Rizado
del sur.
Yo
sabía que en los defectos y cualidades de estas tres razas encontraría todas
las características que, después de un ensamblaje proporcionado y juicioso, me
debían dar, después de varias generaciones y de una gran selección, un bossu
belga.
Encontré
el York tipo antiguo en casa de mi amigo Clermont, de Lieja, que me ha ayudado
todo lo que ha podido. Siempre he podido elegir todos los ejemplares que he
necesitado. Pienso que sin su ayuda me habría sido imposible recrear el bossu
belga. Encontré algunos ejemplares que me podían convenir del malinois tipo
antiguo en las tiendas de los comerciantes de Lieja después de haber visto
centenas de ellos.
En
cuanto al Rizado del Sur no había señal de él ni en Bélgica, ni en Francia, ni
en Italia. Fue entonces que la suerte me recompensó una vez más por mi
perseverancia. Estaba suscrito al periódico inglés “Cage & Birds”. En uno
de ellos pude leer un artículo sobre un criador inglés: Tom Auchterlowie de
St-Andrews en Escocia, que desde el final de la guerra estaba empeñado como yo
en la reconstrucción del Scotch Fancy. Él estaba en todo de acuerdo conmigo
sobre el proceso a seguir para recrear las dos razas.
Le
sobraban dos hembras del Rizado del Sur que me cedió en 1954, con la promesa de
enviarme dos machos en 1955. Tenían muy buena salud, la postura era excelente,
el cuello muy largo y una magnifica cabeza pequeña. Desgraciadamente la talla
era sólo de 14 a
15 cm y
el plumaje era muy pobre.
Comencé
la cría con 3 líneas:
1)
Yorkshire
X Rizado del Sur.
2)
Malinois
X Rizado del Sur.
3)
Yorkshire
X Malinois
En
1955, después de haber recibido los 2 machos del Sr. Auchterlowie, establecí 6
líneas. Los resultados fueron más rápidos de lo que yo esperaba. En 1958, el
Sr. Tielens, secretario de la Confederación
Ornitológica Mundial y juez internacional, visitó mi
criadero. He aquí lo que decía en un artículo que publicó en todas las revistas
ornitológicas del mundo, con el título: “Tenemos de nuevo nuestro Bossu Belga”
“En cuanto entré vi dos grandes voladeras que sólo contenían bossus belgas. A
primera vista eran como Yorkshires o malinois muy largos; pero en cuanto su
criador tocaba las rejillas, los bossus belgas se ponían en posición, su cuerpo
se alargaba en línea recta con la cola y formaban un ángulo recto con el palo, mientras
que su cuello se alargaba y quedaba más bajo que sus espaldas y sus pequeñas
cabezas miraban hacia abajo para ver que pasaba. Vimos muy buenos ejemplares
pero también otros que no tomaban su postura, otros muy pequeños y con cabezas
demasiado gruesas”. Este mismo año expuse algunos ejemplares en Verviers. En un
periódico de Verviers, del 3 de diciembre de 1958, se podía leer: “El Bossu
Belga: Es una antigua raza de canarios que tuvo hace muchos años el favor de
los aficionados, después como muchas cosas, víctimas de la moda y de la
versatilidad de los gustos del público,
cae poco a poco en el olvido hasta el punto de desaparecer. Un canaricultor
liegés el Sr. A.J. Dawans ha conseguido rehacer un plantel de esta raza después
de un largo trabajo lleno de dificultades”


Presenté
mis ejemplares en diversas exposiciones y los premios de honor se sucedían, sin
embargo yo estaba lejos de compartir el entusiasmo del mundo de la
canaricultura. El trabajo no estaba acabado, aún había que hacer muchas
mejoras.
En
1966 pudimos leer en “El mundo de los pájaros” un artículo del Sr. Speicher,
juez internacional alemán, referente a los pájaros de mi plantel, que terminaba
así: “Me gustaría decir que los criadores belgas han conseguido resucitar su
propia raza nacional de canarios de postura”. Ese mismo año, un bossu belga
criado por mí fue campeón del mundo O.I.O en canarios de postura. Desde hace
algunos años consigo algunos éxitos pero siempre trabajo en mejorar mi plantel.
Han pasado 45 años y aún no he conseguido la perfección.
Me
he extendido ampliamente sobre el trabajo que ha sido necesario para recrear un
buen plantel, sano y prolífico de la más hermosa de nuestras razas de postura.
Serán excepción aquellos criadores que quieran recrear o crear una nueva raza.
Los otros, los más numerosos que comenzarán con planteles bien establecidos,
llegarán con mucho esfuerzo y sacrificio a crear una línea de campeones.
La
naturaleza se defiende, pero es maleable como la arcilla, pero dulcemente, muy
dulcemente, sin precipitaciones. La fórmula del éxito se resume en tres
palabras: conocimiento, paciencia y suerte.
Mucho conocimiento, mucha paciencia, y un poco de suerte.