lunes, 2 de marzo de 2015

EL BELGA (2)
        Traducción del libro Canary book de R.L. Wallace, publicado en 1875.
        Este libro nos da una visión histórica del Bossu Belga, de los métodos de cría de entonces, de su valoración, etc. En aquellos años el Bossu Belga era un canario criado y utilizado en Inglaterra para mejorar algunas razas inglesas. Me parece un escrito curioso e interesante. Leyéndolo se comprueba que en algunas cosas se ha evolucionado poco.
  


CONSTITUCIÓN.
        Los canarios belgas son probablemente la raza más domesticada de todas las razas de canarios, y por esa causa son los favoritos por la mayoría de los aficionados. No tardan en acostumbrarse y familiarizarse con sus cuidadores habituales, y muestran muy poca timidez y nerviosismo tan perceptibles en muchas otras variedades, y me refiero sobre todo a las aves que están en un cuarto separado para su uso exclusivo y que solo se visita ocasionalmente;  y si no fuera por una o dos consideraciones importantes, se convertiría sin duda en una de las razas favoritas y más populares entre todos los verdaderos aficionados a los canarios; la primera de ellas es que por naturaleza son de una constitución delicada y parece que están predispuestos al asma y a otras enfermedades que no son fácilmente curables, y que hace que haya muchas bajas; les gusta el calor y es difícil conseguir pájaros de esta raza lo suficientemente fuertes como para que se acostumbren a estar en una habitación que no se caliente durante los meses de invierno. Si durante el periodo más frío del año, cuando prevalecen los vientos del norte y del este, se mantuviesen en una habitación con una temperatura moderada y regular, sin duda prosperarían así y, finalmente podríamos conseguir una raza de aves más vigorosa y sana que los de la actualidad. Otro inconveniente es el enorme precio que tienen las aves premiadas de esta variedad, y además ser premiadas tiene un inconveniente y es que las aves acaban realmente agotadas de competir en los diversos concursos y no tienen valor a los efectos de la cría. Hay que tener gran cuidado con los canarios belgas durante la temporada de muda, pues en este momento, más que en ningún otro, son propensos a contraer las enfermedades antes mencionadas; los pájaros deben ser mantenidos a cubierto durante este periodo de la muda.

CRIA
         Para seleccionar pájaros con el fin de utilizarlos como reproductores, yo recomendaría a los aficionados comprar nada más que buenos pájaros. No me refiero a las aves que obtienen premios, o incluso aquellos que se presentan a las exposiciones, me refiero a que uno de los padres por lo menos debería ser por excelente, y para este fin, prefiero que sea el macho el que sobresalga en las cualidades que son más altamente estimadas para esta raza, aunque también se producen a menudo buenos pájaros cuando se lleva a cabo la utilización de una hembra excelente, que debe tener sobre todo una constitución excelente; sin embargo yo prefiero utilizar un macho excelente. Pocos criadores tienen éxito y obtienen buenos pájaros de padres mediocres, aunque se sepa que proceden de buenos criaderos; pero un buen pájaro juiciosamente emparejado con un pájaro mediocre del que se sepa que procede de un buen criadero da a menudo magníficos resultados.
        Si se tiene, por ejemplo un fuerte macho grande, con gran longitud de cuerpo, buenas patas, una cola fina, un cuello largo y esbelto, pero deficiente en los hombros y con una pluma gruesa, hay que emparejarlo con una hembra que tenga unos buenos hombros y unas plumas estrechas y compactas, independien-temente de todas las otras características; es decir, no importa si es bastante pequeña y con las patas y el cuello algo cortos; las principales características que se requieren para hacer una pareja adecuada son las que se han descrito.  Si la hembra, además de las cualidades nombradas, posee otras buenas cualidades, tanto mejor, y tanto más probable será que con ella se puedan obtener  un mayor número de buenos ejemplares, pero se considera que se tiene éxito en la cría, y que el emparejamiento se ha hecho muy bien,  cuando se obtienen en una temporada solo un par de pájaros de primera clase.
        No recomiendo poner dos canarios juntos con las mismas características, solo se puede hacer cuando son de alta categoría y proceden de criaderos que también son de alta categoría. Otra cosa que me gustaría dejar clara es que nunca se deben poner dos pájaros mediocres juntos, a menos que ambos posean en un grado igual o aproximado todas las buenas cualidades deseadas; por ejemplo, no emparejar nunca dos pájaros que sean deficientes en algunas cualidades esenciales tales como dos pájaros de una talla diminuta, o dos pájaros que no tengan desarrollados los hombros, el pecho, el cuello, las piernas, etc.; siempre hay que ingeniárselas para emparejar a sus aves de tal manera que un ave destaque en las características defectuosas del otro; con la adopción de este método es bastante seguro conseguir uno o dos pájaros, al menos, que heredarán las características positivas de ambos padres de modo que el resultado será, con toda probabilidad, muy satisfactorio para el criador. Algunos aficionados de vez en cuando emparejan dos canarios amarillos con el fin de producir finura (nota del traductor: no sé a qué característica se refiere), pero las crías  generalmente son deficientes en plumaje; pero un pájaro criado de dos amarillos, y acoplado con un criado de dos isabelas o brunos, o, mejor aún, uno criado de forma que sus padres y abuelos sean isabelas o brunos, da con mucha frecuencia pájaros más esbeltos y con mejor plumaje.


        Si quiere criar canarios amarillos limpios, ponga un ave pintada con un claro que proceda de una cepa de pintados, y por este medio conseguirá amarillos con una buena calidad de la pluma. Si pone dos aves pintadas, a menos que ambas tengan marcas muy pequeñas, probablemente se obtengan aves demasiado marcadas, y el cruce de estas aves con otras de características similares dará origen a ejemplares completamente verdes.
        Un principio fundamente en la selección de los canarios con fines de reproducción, y que se trata de la consideración más esencial, es que los pájaros estén perfectamente sanos. Este aspecto debe llevarse con toda rigidez si se quiere tener éxito en el establecimiento de un plantel o estirpe de canarios de cualquier raza, y que compensará con creces los problemas que ha sido necesario vencer. Nunca críe con aves enfermas por muy buenas que sean, ya que va con toda probabilidad a propagar las enfermedades en su criadero; hay que ser especialmente cauteloso con las aves que tienen asma o irritación de la tripa, por muy tentador que sea utilizar un magnifico ejemplar afectado por estas enfermedades, y en el que se tenían puestas todas las esperanzas antes de que enfermara; si se utilizan ejemplares enfermos se tendrá una descendencia enfermiza y débil; los pájaros sanos son los que nos pueden dar una descendencia sana y vigorosa. Ningún criador se arrepentirá de esta decisión en años posteriores. Si se emplean aves enfermizas tarde o temprano aparecerá, sino en todas sí en la mayoría de los pájaros descendientes de tal pareja.
        Cuando seleccione los pájaros a criar, tenga en cuenta que los machos de dos años de edad son preferibles a los de un año, pues sus hijos son generalmente más fuertes y más robustos. Creo que no es conveniente utilizar machos de un año porque muchos no fecundan los huevos, o la mayoría de ellos, y su constitución se debilita, lo cual es un inconveniente para años posteriores.
        Sin embargo no veo ningún inconveniente en criar con hembras de un año.