HISTORIA
DEL BOSSU BELGA.
1860
En 1750, un autor
holandés llamado Wickede, escribía que en los Países Bajos, principalmente en
el Brabante, se ocupaban mucho de la cría de pájaros por la belleza de sus
formas. En los monasterios, los religiosos, que eran de las personas más
eruditas de la sociedad, se dedicaban con éxito a la cría de diversos animales,
y más concretamente de los canarios. Ellos procuraban conseguir ejemplares
extraordinarios para venderlos a los nobles y a los ricos burgueses; en
consecuencia se puede afirmar que los primeros bossus belgas fueron criados en
los claustros. La cría queda estancada durante los años en que las guerras
sucesivas asolaron los Piases Bajos. Es probable que en esta época algunos
criadores flamencos emigraran a Inglaterra y llevaran consigo sus más bellos
ejemplares, que después de una ligera transformación de la cola, las patas y el dorso, pasaron a
llamarse Scotch Fancy.
En 1840 hay un resurgimiento de la afición por parte de los
criadores ganteses. Esta raza de canarios conoce un enorme favor del público y
se celebran numerosas exposiciones de estos canarios en Gantes,
Amberes y Brujas. Los clubs de criadores eran muy reducidos, sólo se admitían un máximo de 15 socios, cuando se presentaba el socio 16 se le invitaba a que formase un nuevo club con el que competir. Los concursos se organizaban club contra club y no individuo contra individuo.
Amberes y Brujas. Los clubs de criadores eran muy reducidos, sólo se admitían un máximo de 15 socios, cuando se presentaba el socio 16 se le invitaba a que formase un nuevo club con el que competir. Los concursos se organizaban club contra club y no individuo contra individuo.
Los ingleses llegaban en masa para hacer sus compras con vista a
mejorar sus Yorkshire. Los criadores ingleses de esta raza decían que no había
buenos York sin buenos Bossu. En la descripción de aquellos antiguos York se
encuentran muchas de las características raciales del Bossu: cabeza pequeña,
cuerpo largo con la cola en línea recta, patas largas un poco flexionadas, cola larga, derecha, bien serrada en su
extremo, posición vertical, cabeza,
cuello, espalda y cola en línea recta.
En realidad este primitivo York era un
Bossu enderezado, además un grave defecto eran las espaldas altas. Sin
quererlo, este primitivo York fue la causa principal de la desaparición del
Bossu. Los ingleses compraban los mejores ejemplares a precios cada vez más
altos. En exposiciones de 80 a 100 canarios se presentaban de 30 a 40 ingleses
que se disputaban los ejemplares de más calidad. Las consecuencias no se
hicieron sentir, todos los buenos sujetos se vendieron y para seguir
satisfaciendo la demanda se cruzaron los ejemplares que quedaban de inferior calidad
con canarios comunes. Y así, en pocos años, la raza desapareció.
El criador de Lieja A.J. Dawans, lleno de amor a los canarios, de paciencia y de saber
hacer, consigue después de muchas vicisitudes, fracasos, y trabajos reconstruir
esta magnífica raza. En 1958 se puede considerar que esta raza vuelve a existir
otra vez.